Puedo decir que muero por volverte a ver y, a la vez, al verte vuelvo a morir.

II

Me vuelvo a levantar, exaltada y aturdida, aunque ningún ruido ronde por aquí.

No recuerdo en que momento logré dormir ni cuantas horas pude soñar, pero si recuerdo que anoche, de alguna manera, estuviste conmigo.

I

Me comparto tanto con la soledad, que no llego a distinguir si aun alguien queda en mi recuerdo.

En noches como estas, amo oír los ruidos de los coches. Pasan tan rápido, tan desatentos, que no perciben quienes también andan por ahí.

Oigo al viento soplar, y esta vez sopla demasiado fuerte, (creo que es una buena excusa para no salir de casa).

Nuevamente vuelvo a la cama, aunque esto de dormir ya no me guste tanto.

Todo se torna asquerosamente aburrido. Nada me hace reír pero tampoco llorar, ni siquiera entiendo por que motivo sigo conservando mis sentidos.

A veces me pregunto cuántos serán en realidad los sueños que no voy a cumplir.
¿Nunca te preguntaste que pasará con ellos?

Me crees si te digo que solo tengo un amor?
Sobrenatural, artificial, y clandestino.
¿Y si te digo que aún lo pienso en esas noches de desvelo; y que lo sueño cuando realmente puedo dormir?
¿Donde estarás corazón? Todavía no te puedo encontrar.

Estaba tan loca que no te reconocí, pero se que me miraste. Así como yo te miro cada vez que te veo y te reconozco. Así como me mirás cada vez que me ves y me reconoces.
Así como cuando nos miramos y aún podemos reconocernos, así como cuando sentimos y la pasamos bien.

Quiero un buen rock and roll para sanar mi dolor, aunque tal vez un poco de amor no estaría mal.
Quiero dejar de lado las apariencias, las supercialidades, quiero borrar la frialidad con la que me acostumbré a vivir.