martes, 27 de septiembre de 2011

Extraño a aquel hombre que un día conocí; porque sabes que no te puedo olvidar.
Y estoy aquí, agotada, sintiendo que mis pies no están sobre la tierra.
No se cuantas horas han pasado, ni cuantos días permaneciendo en este mismo lugar; pero me voy a quedar esperando a que un día decidas regresar.
¿Sabes? He soñado contigo el último día que soñé, recuerdo tu cara, pero ya no todo lo demás.
Contigo he descubierto tantas cosas... como lo aterrador del silencio y lo frías y exorbitantes que pueden ser tus manos.
Nunca antes había sentido así el frígido ambiente de una noche invernal.
Recuerdo cada una de tus palabras, y aún siguen ardiendo dentro de mí.
Anhelo también la sorpresa que prometías, se suponen que los regalos siempre deben ser buenos.
Necesito encontrar un refugio! Un lugar donde esconderme y salvarme de vos.
Creo que nunca antes he notado que mi cuerpo permanecía vivo, y ahora que lo siento, creo que nada será igual.

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